REFLEXIONES

Septiembre 17 de 2023 Domingo XXIV del Tiempo Ordinario (T.O.) Ciclo A.

Saludo fraterno, familia y amigos.

 

Muchas veces me he cuestionado cómo debemos reflexionar, profundizar la fe que Dios nos ha regalado de una manera práctica, de tal manera que transforme realmente nuestra manera de pensar, de actuar, de sentir.

Pienso que muchas veces las verdades y enseñanzas de nuestra fe en Cristo Jesús quedan como titulares de prensa donde no permitimos que toquen nuestra vida, ni el corazón, ni nuestras decisiones, ni las acciones cotidianas.

1. El odio y el rencor hacen inaccesible nuestro encuentro y relación con Dios. Nos lo dice la primera lectura y el Evangelio. Quizás tenemos aquí otra prueba que Dios realmente quiere operar, obrar en nuestro corazón y en nuestra vida de una manera muy práctica. El perdonar, la misericordia con el hermano, en cambio, nos abre los caminos de relación con Dios pués Él también nos perdonará.
2. La posibilidad y la decisión de perdonar hace parte de nuestra pertenencia a Cristo que pagó con su sangre nuestra libertad; condición que nos hace propiedad suya desde el bautismo, desde el momento en que decidimos creer en Él, seguirlo y esforzarnos en un compromiso por vivir su Evangelio en nuestra vida diaria. Le pertenecemos, en la vida o en la muerte somos del Señor, como nos lo dice San Pablo en la segunda lectura. 

Muchas veces los conflictos en nuestro interior, vamos a decir, ateísmos, envidias, recelos, tachar al otro, falta de fe en la humanidad, etc., son en el fondo un problema de perdón. A tener claro es que lo primero es experimentar el perdón de Dios, pero contrario al siervo malvado, sentirnos amados para también ser portadores del perdón al hermano. En últimas lo decisivo en la parábola no es la deuda impagable del primero o la pequeñez de la segunda, lo decisivo es la actitud del siervo que habiendo recibido tal grado de perdón se hubiera negado a tener la misma actitud con su compañero.

El elemento final que quiero abordar es el tema del “perdonar de corazón”; tema difícil en la psicología y corazón humanos. Muchas veces podemos decir: “Ya perdoné”, pero sin embargo al abordar el tema, una carga de dolor o amargura emerge en nuestro corazón y brilla en nuestros ojos. Cada uno debemos preguntar: ¿No has pensado en la posibilidad de perdonar?  Muchas veces necesitamos ayuda espiritual o de consejería para comprender lo que significa verdaderamente el perdón. ¿Por qué perdonar? ¿Para qué hacerlo? ¿Hay cosas imperdonables? ¿Prefieres quedarte en el dolor de la herida que perdonar? ¿Sabías que perdonar no significa reconciliarnos?

Pidamos a Dios la Gracia de experimentar su infinito amor por cada uno de nosotros y llegar a ser también compasivos y misericordiosos con nuestros hermanos porque Dios lo ha sido con nosotros. Chao!

p.s. El tema del perdón es gigantesco, no pretendo extenderme. Cualquier inquietud no duden en contactarme. Yo también tuve que emprender alguna vez el doloroso camino de aprender a perdonar! Pero después de aprender, tu vida es diferente para siempre! Lo aseguro!

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Los llevo en mi corazón. 

Saludos y bendiciones en casa. Chao!

Miguel Angel Cortes