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REFLEXIONES

Noviembre 16 de 2025 Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario (T.O.) Ciclo C

Lecturas del día

  • Malaquίas 3, 19-20.
  • Sal 97, 5-6. 7-8. 9.
  • 2 Tesalonicenses 3, 7-12.
  • Lucas 21, 5-19.

Saludo fraterno, familia y amigos.

Nos acercamos al final del año litúrgico. Las lecturas de hoy nos presentan un horizonte escatológico: el final de los tiempos y la segunda venida de Cristo (la Parusía). Podemos enumerar algunos elementos que hacen parte de este panorama:

 

  • Destrucción, terremotos.
  • Guerras, epidemias, hambre.
  • Revoluciones
  • Persecuciones
  • Traiciones, odios y muerte por causa del nombre de Cristo.

En la 1ª. lectura vislumbramos el juicio final, por el cual se separarán, definitivamente, a los justos de los impíos, con su respectivo destino eterno.

 

La 2ª. lectura, nos presenta la situación de la comunidad de Tesalónica, en donde la creencia de la inminente venida gloriosa de Cristo, hizo que se viviera un desdén frente a las responsabilidades básicas del hombre como el trabajar y ser responsable de sí mismo, con el fin de no ser una carga para los demás. Allí San Pablo nos dejó esa máxima como resumen de su pensar con respecto a esta situación tan humana: “El que no trabaja, que no coma”.

 

Es tarea nuestra profundizar lo que significa el mandamiento del amor a los demás y el amor a sí mismos, no para hacer de ello una manipulación con fines egoístas, como lo hemos visto, sino para responsabilizarnos de nuestra vida y con nuestro trabajo ser parte del dominio de la creación que Dios regaló al hombre; Él nos dignifica y nos santifica por medio del trabajo cotidiano, el cual estamos llamados a realizar con alegría, como sirviendo a Dios. 

 

Lo importante no es el tiempo o el momento del retorno glorioso de Cristo, el dato fundamental es que estemos preparados, pues no sabemos el día ni la hora. Pasaremos quizás momentos de tribulación como Jesús nos lo dice en el Evangelio, pero en medio de todo, Él mismo nos ha regalado esa hermosa esperanza, su protección y compañía divinas en medio de la tribulación:  “Pero ni un cabello de su cabeza perecerá: con su perseverancia salvarán sus almas”. Amén.

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Miguel Angel Cortes

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas

Lucas 21, 5-19

 

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: “Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido”.

Entonces le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?” Él les respondió: “Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.

Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.

Pero antes de todo esto los perseguirán a ustedes y los apresarán; los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto darán testimonio de mí.

Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.

Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, no caerá ningún cabello de la cabeza de ustedes. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”.