REFLEXIONES

Diciembre 31 de 2023 DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

Eclesiástico 3, 3-7. 14-17;

Salmo 127, 1-2. 3. 4-5.  

Colosenses 3, 12-21.

Lucas 2, 22-40.

Saludo fraterno, familia y amigos.

¡Feliz Navidad!

Pareciera que el mundo se hace cada vez más complejo y esa complejidad afecta a cada individuo, la pareja, la familia y la sociedad en general. Las realidades económicas, tecnológicas, sociales, políticas, religiosas, de consumo y el materialismo, afectan al hombre que se hunde más y más en las caóticas corrientes que el mundo le presenta, llevándolo a un camino de oscuridad, frustración, soledad y fracaso. Es el panorama del mundo sin Dios. Es el fracaso de la humanidad por la presencia del pecado en el corazón del hombre y el dar la espalda a Dios. Es el fracaso que se nos presenta en el comienzo del libro del Génesis, es la realidad de la humanidad simbolizada en Adán y Eva en el paraíso; pero es el fracaso del hombre, no de Dios.

 

Las lecturas de hoy nos presentan muchísimos elementos que hacen parte de la fe que Dios nos ha regalado; contienen como un marco teórico, el ideal, la hoja de ruta, sobre lo que significa la vida de pareja y la vida familiar guiada, orientada, impregnada y jalonada precisamente por esos elementos, incluida la fe, por los cuales Dios ofrece la salvación a la humanidad. Cabe resaltar que dicha salvación será real, operativa, solamente en la medida en que el hombre abra su corazón al amor de Dios, a su Palabra, a su Espíritu, a su voluntad y esté dispuesto a ser discípulo del Maestro en medio de las circunstancias diarias de su historia.

 

Cuando constatamos que las sociedades que antes se decían cristianas y que ahora se han descristianizado entendemos que se hace necesaria una decisión consciente y operativa por Dios, por su voluntad, por su Palabra, por el Evangelio, por la fe y en esa medida construir la vida y la familia. Ya no podemos pensar que se vive la fe de una manera automática porque “aquí todos somos católicos”, ó “porque los católicos somos mayoría”, ¡No! Ahora se trata de tomar en serio la fe, verdaderamente como una respuesta personal y existencial a la llamada que Dios nos hace en su Hijo Jesucristo para la salvación, no después de la muerte como muchas veces lo pensamos sino para la salvación en nuestro paso por esta tierra y llegar a la plenitud de esa salvación, ahora sí, después de que partamos de este mundo.    

 

  1. Las relaciones y vida familiar descritas en la primera y segunda lectura, con todos los elementos que nos presentan,
  2. las diferentes virtudes y elementos que pueden alimentar nuestra vida de familia, si lo aceptamos en una respuesta de fe;
  3. la vivencia de la Sagrada Familia y personajes que nos presenta el Evangelio en un compromiso con la vivencia de la voluntad de Dios en el camino de fe,

 

sean esa presencia real de Dios en nuestra vida que quiere salvarnos de ese mundo abismal y caótico que conduce a la muerte. Solamente la fe asumida de manera comprometida y existencial nos mostrará el camino para vivir la salvación que Él nos ha regalado en su Hijo Jesucristo. Amén.

 

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Miguel Angel Cortes