REFLEXIONES
Diciembre 29 de 2024 Fiesta de la Sagrada Familia
Saludo fraterno, familia y amigos.
Utilizo para esta reflexión las lecturas que presenta la liturgia de la Iglesia para esta festividad:
>Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a.
> Colosenses 3, 12-21.
> San Lucas 2, 41-52
Sabemos de los ataques salvajes que el mundo de hoy le está haciendo a la institución familiar;
las ideologías, la proclamación de las individualidades, del orgullo por encima del servicio, el
egoísmo por encima del dar la vida, los “empoderamientos”, el casi nulo conocimiento de lo que
significa realmente una vida de pareja, un matrimonio según la voluntad de Dios y nuestra fe en
Él; el afán del dinero, la vida contemplada simplemente desde lo material, etc.; han hecho que la
idea, el deseo, el proyecto de un matrimonio, de una familia, se vean cada día más limitadas en
muchas latitudes del mundo. Si dejamos de lado el horizonte de la fe, no es para menos.
Desafortunadamente, en muchísimos casos, cuando no se ha vivido realmente un compromiso,
cuando las parejas han vivido un divorcio espiritual, cuando las familias están fracturadas,
cuando el hundimiento de la barca es inminente, cuando muchas veces ya no hay nada por hacer,
es entonces cuando se busca terapia, ayuda, consejo de un ministro religioso; pero, como lo digo,
muchas veces ya es demasiado tarde. Ya conocemos la respuesta: “Para qué una consejería si
nosotros no tenemos problemas, estamos bien”.
Si miramos, leemos, meditamos, contemplamos y oramos las lecturas que nos presenta la liturgia
para esta fiesta, nos daremos cuenta que hace más de dos mil años, Dios mismo nos regaló la ruta
segura para construir una familia, viviendo su salvación en la travesía por el mundo.
Muchos actos de la vida diaria se constituyen en un verdadero acto de culto a Dios, como el
apoyar a los padres, la paciencia con ellos, etc. y en contraposición, el pecado grave de
maltratarlos e incluso abandonarlos.
En la carta a los Colosences, San Pablo nos muestra claramente cómo la familia debe estar
presidida por la Palabra de Dios, uno de los fundamentos de la fe; además menciona múltiples
valores para la vida familiar: la misericordia, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión,
sobrellevarse mutuamente, el perdón, el amor, la unidad, la celebración de la fe, la exhortación
mutua.
Necesitamos reflexionar en lo que significa la autoridad en la pareja, en la familia, en el hogar,
tan diferente y opuesta al poder; el servicio del uno al otro en la pareja, con los hijos; lo que
significa el amor como verdadera libertad y no como una esclavitud u opresión.
Todo esto lo entenderemos solamente con algunas condiciones reales y genuinas al querer
contruir una pareja, una familia, un hogar realmente cristiano:
> Una verdadera y genuina recta intención.
> Una vivencia comprometida de fe.
> El propósito por hacer de la vida de pareja una vida en paz, crecimiento y progreso
mutuos; no una búsqueda constante y permanente por amargarle la vida al otro,
aplastarlo, minimizarlo, negarlo.
La Fiesta de la Sagrada Familia renueve nuestros corazones, para que con la luz de Dios y
nuestro propósito constante, vivamos el camino del amor en la familia, experimentemos la
salvación que Él nos regala y seamos también testigos de su Nacimiento y amor en medio de
nuestra vida y el mundo. !Feliz Navidad!
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Miguel Angel Cortes
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
Lc 1, 39-45
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.