REFLEXIONES
Febrero 25 de 2024 II Domingo de Cuaresma Ciclo B
Saludo fraterno, familia y amigos.
En el camino de la fe vamos profundizando los diferentes aspectos y realidades de los misterios de nuestra salvación. En el Evangelio de hoy, Marcos nos presenta el misterio de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.
Quiero centrarme en lo siguiente: Normalmente hemos asociado este texto también al misterio de la pasión de Nuestro Señor. Pero les propongo que reflexionemos el texto tal como nos lo presenta el Evangelista, con algunos elementos significativos.
- Subió con ellos a un monte alto.
- Aparecen Moisés y Elías.
- Una voz acredita a Jesús como hijo amado.
- La invitación a escucharlo.
- La orden de Jesús que no contaran nada hasta que no hubiera resucitado de entre los muertos.
- El monte, una montaña, un lugar encumbrado es signo, en la Sagrada Escritura, del encuentro del hombre con Dios, allí habita Dios de manera especial. Subrayo, es el significado en el Antiguo Testamento.
- La figura de Moisés hace referencia a toda la ley, es decir, el Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia; y Elías simboliza toda la línea de los profetas de la Biblia. Recordemos que en el pasaje que conocemos como “Los discípulos de Emaús”, aparece también la expresión “comenzando por Moisés y los profetas”. Es el contexto de todo el Antiguo Testamento en la revelación de Cristo a los hombres.
- La voz que acredita a Jesús como Hijo, nos revela a Dios Padre. La “invitación” a escucharlo, enviado por Dios, para revelarnos su amor y su salvación por la humanidad.
- Escuchar al Hijo amado significa escuchar al Padre. Jesús es la plenitud de la revelación de Dios a los hombres. Todo lo que Dios quiso comunicar a los hombres nos lo ha comunicado en su Hijo Jesucristo. No esperamos otra revelación. Dios nos ha revelado a su Hijo Jesucristo y Él nos ha revelado al Padre, su amor, su misericordia, su llamada, su salvación.
- La orden de Jesús de no contar nada hasta que hubiera “resucitado de entre los muertos”. Es para los discípulos algo que los desconcierta, se preguntan qué significaba eso.
Sé que muchas veces hemos puesto sobre este texto, o como antecedente el tema del anuncio de la Pasión que hace Jesús. Prefiero pensar lo siguiente: ¿Jesús resucitó porque sufrió, porque vivió una tortura y crucifixión de parte del imperio romano? o ¿resucitó porque fue fiel al amor de Dios y fiel al plan de salvación por la humanidad a través del amor?
Es lo que prefiero pensar y creer. Jesús fue tan fiel al amor que aquellos de la época no pudieron tolerarlo, reconocerlo, aceptarlo; a cambio toman la decisión de asesinarlo. Tan incómodo fue su compromiso con el amor que decidieron matarlo. Sabemos que aquellos que se van comprometiendo cada vez más con la verdad, con la justicia, con el amor, con la honradez, con la integridad, resultan tan incómodos para el mundo, estorban tanto, que son “sacados del camino”, asesinados y otros “suicidados”.
Es también la llamada que nos hace el Maestro, a vivir los valores del Evangelio, el amor de una manera incondicional, progresiva, sin límites. Eso va a incomodar, nos puede llevar a ser perseguidos como el Maestro, a que nos saquen del camino, como Él mismo nos lo anunció. Pero es precisamente el camino del amor en Cristo el que nos lleva a la Resurrección. Lo central no es padecer, lo central es amar. Amén.
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Miguel Angel Cortes